Si a donde quiera que vayas o vivas te sientes solo, aún estando acompañado, es porque necesitas a Dios en tu vida. Nada ni nadie suplanta a Dios, y Él no va a entrar en tu vida si tú no se lo permites. Dios respeta, pero constantemente te está llamando y te está tocando. Eres su puerta favorita, eres su hijo predilecto. No hay otra importancia que te salve, más que la importancia de Dios. Asegúrate de tenerlo a Él desde hoy, no esperes a mañana cuando dejarás de existir físicamente. Tu orgullo, por más grande que sea, no es más grande que Él y Su Amor. Por orgullo, el diablo rechazó a Dios, y lo perdió para siempre, es decir que se condenó eternamente. Así que tú no pierdas el tiempo rechazándolo, porque Dios nunca muere y por lo tanto durará para siempre; en cambio tu cuerpo va a morir, y aunque estés vivo en el espíritu, ya no podrás tomar decisiones.
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