Además de cargar la Cruz por nuestros pecados, Jesús cargó nuestras tristezas, nuestras angustias, nuestras amarguras, nuestros fracasos, nuestras culpas, nuestras enfermedades, nuestros dolores....Una Cruz propia pesa. Cuánto crees que pesó la de Jesús? Que no fue propia por su culpa, sino por la nuestra. Así que hay que continuar hacia adelante por sobre todo ello, porque ya el mundo está lleno, ya no cabe más de lo mismo. Perder el tiempo es continuar añadiendo a lo que se desborda, Hay lección de vida en todo, nada es por gusto. Sácale provecho a tu dolor, así que no renunciemos a lo que nos puede enseñar, Ya Jesús llevó nuestra carga, no pierdas el tiempo reclamando y echando culpas. Quieres ser ganador gratis y sin arriesgarte, no quieres cargar tu Cruz, que es tuya propia, no esperes que otro la cargue por ti. Todos tenemos una, aprovéchala, abrázala, ámala y tu carga será ligera.
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